Read time: 3 min | Author: Sergi López
¿Crees que los ordenadores Mac en tu escuela están realmente protegidas?
Muchos administradores confían en sistemas MDM y filtros web tradicionales, pero la realidad es que los estudiantes están encontrando formas sorprendentemente simples de evadirlos.
No se trata de culpar a nadie, sino de reconocer que necesitamos un enfoque más inteligente para crear entornos digitales realmente seguros.
Si prefieres la versión en video, aquí la tienes:
El problema con los métodos tradicionales
Los sistemas de seguridad actuales funcionan principalmente de dos maneras: bloqueando sitios web mediante listas que quedan obsoletas rápidamente y restringiendo aplicaciones según su ubicación en el disco.
Suena razonable, ¿verdad? El reto es que estos métodos comparten una debilidad esencial.
Un estudiante puede:
- Instalar un navegador portátil sin permisos de administrador y saltarse los filtros web.
- Mover una aplicación bloqueada a otra carpeta para que vuelva a funcionar.
Cuando los estudiantes tienen derechos de administrador en sus equipos —algo común en muchas escuelas— estas vulnerabilidades se convierten en puertas abiertas.
Y no hablamos de estudiantes expertos en tecnología, sino de trucos tan simples que cualquiera puede ejecutar en segundos.
Un cambio de paradigma necesario
La solución no está en añadir más capas a un sistema que ya está agotado, sino en replantear la estrategia desde cero.
En lugar de perseguir aplicaciones de carpeta en carpeta, el enfoque debe ir al origen: el proceso que intenta ejecutarse.
¿Cómo funciona?
Este método, conocido como cierre de procesos, detecta cuando una aplicación no autorizada intenta abrirse y la detiene instantáneamente, sin importar dónde esté guardada o cómo se llame.
El sistema reconoce la aplicación por elementos internos que el usuario no puede modificar, haciendo inútiles los trucos tradicionales.
Visibilidad con propósito
Aquí es donde IMTLazarus marca una diferencia real.
Nuestras herramientas no solo bloquean lo inapropiado, sino que ofrecen una ventana clara y respetuosa hacia el entorno digital de los estudiantes.
A través de extensiones de navegador, los administradores pueden:
- Entender qué contenido consumen realmente los alumnos.
- Gestionar accesos específicos, como filtrar videos concretos en YouTube.
- Mantener un ambiente productivo sin invadir la privacidad.
Todo se instala en minutos y funciona incluso cuando los estudiantes tienen permisos de administrador.
Para escuelas con MDM existentes, la integración es completamente fluida.
Tecnología que acompaña, no que vigila
Al final, se trata de crear espacios digitales donde los estudiantes puedan aprender, explorar y crecer con seguridad.
No estamos hablando de control total, sino de orientación inteligente. De contar con herramientas que permiten intervenir cuando es necesario y la visibilidad que ayuda a comprender lo que realmente ocurre en el aula digital.
Cuando la tecnología funciona bien, se vuelve invisible.
Solo está ahí, sosteniendo el espacio seguro que los estudiantes necesitan para enfocarse en lo más importante: aprender.
Tu escuela merece esa claridad y esa tranquilidad. ¿Está obteniendo la visibilidad necesaria para construir un entorno digital realmente productivo?
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